Con
la realización de esta tarea hemos profundizado sobre varios temas entorno al
uso de la redes sociales en el ámbito educativo. Según una encuesta realizada por DEP Instituto el 77,6% afirma tener
un perfil en algún blog o red social. Estos datos coinciden con los presentados
por la Agencia 101, que destaca que el 80% de los internautas pertenece a una
red social. Y esto, no deja fuera a los educandos, por lo que los expertos de
los centros están empezando a aplicar medidas para instaurarlas en la
educación.
Los niños
cada vez acceden a Internet a edades más tempranas. Según el estudio EU Kids
Online de la Comisión Europea, uno de cada tres niños de 9 a 10 años utilizan
Internet diariamente y esta proporción alcanza el 77% entre los jóvenes de
entre 15 y 16 años. Si se analizan los usuarios de redes sociales, se observa
que el 29% tiene un perfil público.
Sin
embargo, no todos los profesionales están de acuerdo con implantar las redes
sociales en los centros pues se ha cuestionado el uso
que se hace de Internet por la incompatibilidad con las tareas propias de los
estudiantes. Mientras que por un lado se considera que "distraen",
por el otro se convierten en una herramienta fundamental para trabajar con las
TIC en clase.
Juan José de Haro, Doctor en
Biología por la Universidad Autónoma de Barcelona, profesor de
Matemáticas e Informática y coordinador TIC en Educación Secundaria, afirma que
"Es indudable que la información se mueve a través de la tecnología y hay
que saber sacarle provecho", desde su blog Educativa, orienta de forma
periódica sobre las metodologías y herramientas necesarias para conseguir una
educación de calidad, con la innovación como norma.
Las nuevas tecnologías
condicionan la forma en que los alumnos se relacionan entre ellos y acceden a
la información. Hasta hace pocos años, las fuentes se limitaban prácticamente
al profesor y a los libros, pero en la actualidad, la información está presente
de forma inagotable y su acceso es casi inmediato a través de Internet.
Redes escolares:
- Potencian la relación entre profesores y alumnos.
- Facilitan el intercambio de información.
- Crean un ambiente que antes no existía, donde los estudiantes pueden interactuar entre ellos y con sus maestros.
Dicho
esto, no es menos cierto que encontramos una serie de fenómenos negativos que
rodean a la novedad de las redes sociales. De estos aspectos podemos destacar
el ciberbullying se define como acoso entre
iguales en el entorno TIC e incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e
insultos de menores a otros menores. Un completo informe del equipo de
investigación Educació i Ciutadania de la Universitat de Mallorca realizado con
estudiantes de ESO de entre 13 y 16 años concluye que casi una cuarta parte de
este alumnado, un 23,5%, ha sido insultado a través de Internet. Consideran,
que el ciberbullying es el principal riesgo por número de casos que afrontan
los menores en las redes sociales. Pero, en otras ocasiones, se darán casos de
grooming de menores en la red. Un fenómeno que podríamos traducir como
engatusamiento y que hace referencia a las prácticas de ciertos adultos en las
redes sociales para ganarse la confianza de un/una menor fingiendo cariño,
empatía, con fines de satisfacción sexual. Normalmente querrán obtener imágenes
de los/as menores desnudos/as o realizando actos sexuales pero, en algunas
ocasiones, puede incluso estar relacionado con la pederastia y la pornografía
infantil, es la antesala de los abusos sexuales.
También
encontramos el sexting es un término que, se explica como el envío de
contenidos de tipo sexual (normalmente fotografías y videos) producidos
generalmente por el propio remitente. La práctica del sexting implica distintos
riesgos, por ejemplo de carácter psicológico y legal. Como en muchas de las
ocasiones son menores de edad, será responsabilidad de los padres, madres,
turores/as legales y, como no, del profesorado orientarles y advertirles de las
posibles consecuencias no deseadas.
De
estos movimientos surge la
preocupación de los padres por el uso que hacen de las mismas. Muchos se
cuestionan si deben vigilar las relaciones sociales que sus hijos establecen en
el mundo virtual o si por el contrario deben darles cierta autonomía.
En
la línea de los profesionales partidarios del uso de las redes sociales
encontramos posturas que afirman que pasan a ser consideradas como
una aliada de la ciudadanía, que posibilita la expresión de las inquietudes y
la defensa de los intereses sociales por cuanto la comunicación cibernética ha
permitido que, en diversas partes del mundo, se lleven a cabo movimientos
ciudadanos organizados a través de las redes sociales. Tanto los medios de
comunicación como diversos estudios empíricos muestran que las redes sociales
cumplen un papel relevante en lo referido a la participación ciudadana a través
de la convocatoria a diversos tipos de encuentros en torno a temas específicos.
Estas nuevas formas de comunicación han modificado los hábitos sociales de las
personas alrededor del mundo, pero también han originado una nueva manera de
organización y participación ciudadana en la que los individuos sienten que
tienen acceso a la información de forma directa y permanente, pero también
derecho a ser partícipes del discurso público, el cual solo estaba restringido
a una élite de poder.
Siendo así nuestro grupo opina que el uso de las redes
sociales en sí no es la mayor preocupación que debería haber, es decir, no es
el hecho de la inclusión del uso de redes en la escuela lo que se educa. Lo que
se debe educar para su inevitable inclusión es la responsabilidad del uso que
se le dé a esas redes. La escuela esta instaurada en una sociedad que avanza y
con ella la escuela también debe hacerlo. Lo que debe potenciarse es la
seguridad necesaria que debe estar presente en la red para proteger a los
educandos y para potenciar las ventajas que estas plataformas nos ofrecen y que
permiten una mayor comunicación entre todos los componentes que conforman la
comunidad educativa.
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